..., ni de películas ni de autos ni de mujeres sexys. Nunca me desesperé por aprender a conducir, ni por fumar ni por tomar alcohol. Nunca fui un caprichoso que no paraba hasta tener lo que quería. Nunca me enloquecí por jugar al fútbol, ni mirarlo. Nunca fui de pertenecer a un grupo. Nunca fui de tener amigos, y nunca tuve un mejor amigo inseparable, incambiable, mutuo. Nunca me fui de campamento. Nunca me fui de vacaciones con amigos. Nunca tuve a nadie con quien hablar de sexo fuera de bromas. Nunca le pregunté de sexo ni de mujeres a mi papá. Nunca me morí de ganas de debutar con una prostituta, ni con una cualquiera. Nunca quise pisar un cabaret. Nunca fui alguien que se dejara arrastrar por las "tradicionales" desesperaciones de "ser" impuestas por esta sociedad en la que vivimos.
Nunca tuve la fuerza de decirle lo que quería hacer a mis padres, ni a nadie. Nunca me fue fácil pedir dinero. Nunca pensé que iba a escribir. Nunca pensé que la vida iba a llevarme a donde estoy hoy, ni a ser lo que soy y dejo de ser. Nunca pensé que todo lo que hiciera y dejara de hacer durante la vida iba a ser tanto luego.
Pero tuve un póster de Esso con la mirada de un tigre.