Me dicen desaparecido.
Me lo dicen porque hace tiempo que no saben de mí. Me lo dicen porque me dejaron una llamada perdida al celular (pero no era para saber de mí).
Me dicen desaparecido, cuando yo siempre estoy en el mismo lugar, en las mismas condiciones socio-geográficas (aunque no tanto las anímicas), igual de conectado.
Ellos son los que cambian, mudan, transforman, dejan. Yo siempre igual. Nada.
Me lo dicen porque no les escribo. Curiosamente ellos tampoco lo hacen.
Me dicen desaparecido porque no saben nada de mí; curiosamente yo tampoco sé de ellos. Pero entre ellos se saben. Que se casa, que volcó en la ruta, que viajan, que hacen, que hablan, que ríen.
Entonces, yo soy el "desaparecido".
A pesar de que sigo siendo el mismo. Sólo que ahora no me ven todo los días en la facultad y muchos menos me necesitan (que al fin y al cabo es el único momento en que se acuerdan que existo).
Cada vez entiendo menos a las personas.