La noche del 29 de febrero de 1912, el corazón de piedra de Tandil, mi ciudad, dejaba de latir. Hace 100 años, en medio de una oscura noche, caía la Piedra Movediza, esa piedra tan particular que se movía cual corazón que late, y se partía en tres grandes partes que aún hoy yacen a los pies de su cerro.
La piedra, símbolo de la ciudad, ese fenómeno inexplicable que sólo la naturaleza sabe cómo lo hizo. Pero existe una leyenda (en realidad varias, pero hoy les dejaré una) que da cuenta de su posible origen, remontándonos a la época en la que el Sol y la Luna caminaban por estas tierras.
La piedra, símbolo de la ciudad, ese fenómeno inexplicable que sólo la naturaleza sabe cómo lo hizo. Pero existe una leyenda (en realidad varias, pero hoy les dejaré una) que da cuenta de su posible origen, remontándonos a la época en la que el Sol y la Luna caminaban por estas tierras.
Teorías de su caída son muchas y de lo más variadas. Pero eso es algo más que esta misteriosa y maravillosa piedra calló y callará por siempre.
Eso sí, su fiel compañero El Centinela y otras grandes piedras que apoyan en pequeños vértices de estas sierras la extrañarán siempre.
Eso sí, su fiel compañero El Centinela y otras grandes piedras que apoyan en pequeños vértices de estas sierras la extrañarán siempre.
"Pero un día de repente, algo al Sol le sucedió... sus rayos ya no brillaban... su luz no daba calor..." Magdalena Fleitas.
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