De chico Ello permanecía vivo, controlado por Yo, mirado de reojo por SuperYó, pero vivo en fin.
Con el tiempo ellos fueron alimentando a SuperYó y este empezó a maltratar a Ello. Yo no pudo controlar la lucha entre sus hermanos psíquicos. Ello se hizo cada vez más pequeño y manso, cayó ante los pies de SuperYó y calló ante sus reglas. Yo quedó atónito frente a esa situación.
Ahora SuperYó se cree amo y señor, mientras Yo se convirtió en el bufón de la psiquis y Ello permanece encarcelado en lo profundo de las mazmorras.
por Liniers |
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