martes, 29 de mayo de 2012

Noches en Medio

Una noche alguien me dijo que cambiara esa foto. Me llamó negativo.
Otro día alguien más me dijo que no me ponga negativo.
Y alguna vez le pregunté a alguien si no se había dado cuenta que para ciertas cosas soy negativo.
Una vez me dijeron que haga borrón y cuenta nueva...
Pero, más tarde, alguien me dijo que siga remando.
Y siempre el mismo yo en medio.
Y en el medio no se hace... ni se deja de hacer.

"Necesito alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza." ♪

sábado, 19 de mayo de 2012

Esa altanería al caminar...

... que tanto me desagrada en las personas. Principalmente son hombres quienes caminan con aires de superioridad como si fueran mejores que los demás, queriendo demostrar su alfa-machosidad a la sociedad retrógrada en la que vivimos. A veces, también, se ve a mujeres caminar como si pidieran respeto sin tener ellas respeto alguno por los demás. Esas personas desagradan sólo de verlas caminar. Pero el mundo sigue minado de altaneros, arrogantes, orgullosos y soberbios ciudadanos...

Mientras, sigo caminando con las manos en los bolsillos y la mirada fija en las baldosas feas y sueltas de esta ciudad, que te salpican a propósito cuando llueve.

viernes, 4 de mayo de 2012

De Cuentos Confinados

No importa cuánto nos esforcemos en contar. La memoria tiene infinitas puertas y por eso nunca estará completa. Es solo dar cuenta de algo para que se abran cien vacíos, cien preguntas. (...) Los relatos son el modo más humano del tiempo. Y solo narrando, de tarde en tarde, de boca en boca, nos hacemos eternos. Liliana Bodoc
Y yo sin haber leído Los Días de la Sombra y sin tener Los Días del Fuego...

miércoles, 2 de mayo de 2012

Letras Callejeras

En el teléfono, el domingo 5 de Febrero:
Hoy acabo de descubrir que la "loca" de dos cuadras más abajo de casa sigue viviendo allí... viviendo. No la veía hacía meses, tal vez años, y supuse que ya no vivía, por no decir que pensaba que estaba muerta.
La cuestión con esta señora es que tiene la costumbre, no, la manía, porque eso ya es una manía, un síntoma de algún problema neurológico, de baldear la vereda y calle todos los días, varias veces al día, incluso cuando llueve en pleno invierno...
Pobre señora, la trato de loca sin conocerla en verdad... pero si la vieran baldear y limpiar con un escobillón que ya no tiene pelos, hacerlo tanto cuando el sol raja la tierra, así como cuando la lluvia no da tregua.
Presiento que en su casa guarda todos esos escobillones gastados de tanto fregar el frío cemento en invierno y la brea caliente en verano, todos allí acumulados como premios, como recuerdos.
Tal vez ella es la Penélope actual de esta ciudad, esperando a su Ulises mientras limpia la entrada a su hogar, evitando cualquier suciedad que pueda interponerse a los pasos de su prometido. Tal vez es la Amaike actual, separada de su indio y esperándolo sin saber que en piedra se convirtió y que ha de vigilarnos desde lo alto del cerro. Pero, de ser así, los años pasaron y pasan, y la señora ha de envejecer esperando, mirando, tal vez, con añoro el paisaje de este valle que habitamos...
Tal vez, y sólo tal vez...