martes, 8 de abril de 2014

Y hablamos de...

... esa libertad e independencia que se necesita adquirir.
Estaba almorzando con un amigo (ese con quien quisiera hablar de algunas cosas) y una amiga (una que hace preguntas "incómodas"). Como siempre, hablaban más ellos que yo. Más ella que él. Más él que yo.
Ella de alguna manera terminó quejándose de lo difícil que es volver a casa luego de vivir años sola en otra ciudad. Él comentaba que le pasa que, cuando va a su ciudad, no aguanta a la madre por más de unos días. Yo, este que no pudo irse a estudiar afuera, que se tuvo que quedar en su ciudad a estudiar, que eligió una carrera alternativa que hizo que hoy estuviera sentado en esa mesa con esa gente, hablé. Comenté que mi hermana y mi cuñado ya tienen decidido que su hijo, de solo unos meses aún, va a irse a estudiar a otra ciudad por su bien, porque necesita esa independencia, soltarse, despegarse. Se los dije, que es lo mejor irse a otro lado a estudiar, y en el tono de mi voz se notó que algo en mí decía "era lo que necesitaba". Y dije que quería irme a estudiar afuera y no me d... but it's too late to regret about old things.
Ahora sólo queda tratar de conseguirla en otro momento.

jueves, 3 de abril de 2014

Nada

Una palabra que parece no decir nada por sí sola, y valga la redundancia de hablar del nada diciendo nada. Pero nada significa tantas cosas al mismo tiempo. Nada pasados, nada presentes, nada futuros.
Nada de amistades, nada acompañados, nada solitarios, nada amores.

Y hoy me pasó que L. me preguntó, entre chistes, "¿qué te pasó?", porque yo estaba quasi-riendo de algunas cosas que decía, y sólo dije "Nada". Y ese simple nada, que parece vacuo de contenido, de sentimientos, de historias, ese nada fue lo más sincero y real que dije en mucho tiempo. Ese simple nada me estremeció por dentro. Porque ese nada significa mucho de todo eso que callo y nadie escucha salir de mi boca nunca, lo que se resiste a morir ahogado entre neurotransmisores y/o se obstina en no dejar de ser ese todo que es.
Tan cínico nada.
Tan recargado nada.
Tan sarcástico nada.
Tan mío nada.
Mi vida tan llena de nada, que ya me acostumbré al nada... y al no.

Por eso... Nada.