jueves, 2 de julio de 2009

De eso no se habla

Hay ciertas cosas de las que no me gusta hablar en cualquier lado. Algunas de esas pertenecen a una lista de temas especiales para mí, más íntimos, que creo que no se deberían tratar como son tratados. Siento que esas cosas forman parte de mí, y es mi decisión no hablar sobre ellas con cualquiera y en cualquier lugar. Pero hay otras cosas de las cuales no suelo hablar porque siento que voy a terminar siendo atacado como si los demás tuvieran la razón y yo no pudiera pensar otra cosa. Ci sono delle persone con las cuales puedo hablar de manera "segura", que sé que aunque piensen distinto no tratará de imponerme sus ideales.

Uno de estos temas es la política, sobre todo la "Bendita"Política Argentina (Nótese el tono sarcástico con el cual escribo Bendita, destacado por las comillas, y, que si me oyeran decirlo, lo notarían más fácilmente por las expresiones y el tono). En ocasiones donde se empieza a hablar sobre política suelo callar y solo permanecer escuchando, salvo que ya no me guste lo que digan, en cuyo caso hago oídos sordos y miro a otro lado o me voy o me pongo a hablar con otro. También creo que esto entra entre los temas de los cuales no se debería hablar en clases, y, menos aún, si se habla como "yo tengo la razón" o si es un establecimiento público; exceptuando los casos en que sea un verdadero debate donde cada uno pueda expresarse libremente y las clases de materias humanas (Política, Historia, Economía, lo que sea). Esta es mi opinión.
Algo que me pasó con algunos amigos y compañeros de la Facultad, fue cuando se presentó la Resolución 125 sobre las retenciones a las exportaciones agrarias. Yo tenía mi postura (aún la tengo), pero como mi Facultad, y la ciudad en general, forma parte del sector Agropecuario, la mayoría tenía otra postura al respecto. Mi postura se creo días antes de la parálisis nacional que causaron los "dirigentes del campo" al realizar los cortes de rutas, causando una crisis alimentaria y económica en el país entero, además de mentir diciendo cosas que no eran así. Y a partir de allí se afianzó aún más en mí lo que yo pensaba. Pero, cómo hablarles a los demás sobre esto, si apoyaban las medidas que se tomaban para protestar. Los mismos "dirigentes" que dicen defender a los pequeños y medianos productores, olvidan la época de los '90, y regresan a hacer tratos y campañas y a postularse con los políticos del Neoliberalismo Menemista (Aaaahhh!!! No quería pero debía nombrarlo, Dios no permita su regreso -aunque sigue siendo Senador por La Rioja- ) que dejo índices de pobreza y desocupación Records, que fundió el país (inclusive al campo) y nos dejó en manos extranjeras como si fuéramos un terreno baldío en venta a la vuelta de la esquina justo antes de caerse del mapa.
Estoy de acuerdo en que si no consideras correcta una decisión debes presentar tus quejas a quien corresponda, pero no tienes derecho a estorbar a los millones de personas que viven en tu mismo país. Al menos en Argentina todos podemos llegar al Congreso de la Nación o Consejo Deliberante a través de un proyecto que creamos justo para todos (algo que la mayoría o primer minoría olvida siempre) sin la necesidad de ser parte del ambiente político.

Esto es lo que yo creo y no pienso imponer nada a nadie.
Piense usted lo que quiera, pero piénselo. Fernando Savater

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