Dido, buenos fonos musicales, algunos sentimientos cruzados y unas cuantas neuronas haraganas. Unos pensamientos vaya uno saber de qué rincón insolente de la mente, y otros de lo más profundo del corazón. Una noche fría y solitaria. Una charla con ella sin que esté aquí. Y en verdad era.
Un paseo entre libros apilados a montones. Billetera vacía que de pronto es alimentada con un trozo de botín. Botín que inmediatamente se desvanece entre mis manos. Y páginas que llenan más estos estantes, que en otro momento habré de comentar.
Hay alegrías ajenas, y propias. Pero pareciera que las últimas no estuvieran en mí. Mas bien pareciera que uno hubo de sufrir al ver ese lastimoso cuatro allí, como riéndose y con una mirada altanera. De mí no pasarás. Ya no se siente igual. Y son tiempos en los que no logro entenderlo. Yo quisiera. Y fueron años y meses y días y horas. Y ahora, sólo voy. No estoy para festejar, no sabría qué.
A veces dudo. Otras pienso. Otras deduzco innecesidades innecesariamente.
Otra noche fría. Quiero caminar en silencio. Quiero caminar con la mente en silencio, sin importar qué oigan mis oídos.
Otra noche fría. Quiero caminar en silencio. Quiero caminar con la mente en silencio, sin importar qué oigan mis oídos.
"Nobody understands the silence of the things." George Bacovia.
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